Con una descomunal tarea del cubano García Zamora, al Rojinegro no le importaron las bajas de Keenan y Mainoldi, tuvo carácter en casa ajena y derrotó 72-66 a Regatas para confirmar su dominio en la temporada.
San Martín le tomó el gusto a eso de festejar en los clásicos y anoche volvió a poner de rodillas a Regatas, ahora en el Parque Mitre, con su triunfo 72-66 que acentuó el dominio Rojinegro ante el más acérrimo rival para cerrar sonriente la etapa regular de la Liga Nacional de Básquetbol. Así, el equipo de Sebastián González ganó los cuatro si se incluyen los dos del Súper 20.
Independientemente del resultado de la víspera, San Martín sabía que era 2º y esperaba por el 15º (finalmente fue Boca Juniors) para confirmar su rival inicial en los playoffs.
El elenco visitante tuvo más claro su plan de juego en el arranque. Se cerró bien en la pintura, no le permitió hacer circular por allí el balón al equipo del parque Mitre y entonces Regatas dependió de los tiros abiertos, sin demasiada fortuna (2/9 triples en el primer cuarto). Del otro costado, el Santo encontró más variantes con García Zamora y Wood, quien aprovechó un par de rebotes propios en ofensiva y también un "bombazo" de Aguerre le dio la ventaja de 15-10 a la visita al cabo del primer cuarto.
El segundo período se abrió con un triple del juvenil Solanas y así la diferencia de San Martín se amplió a ocho (18-10). Le costó acomodarse a los requerimientos del partido, pero cuando lo hizo, el Fantasma pudo crecer. Martina mostró su tozudez habitual para hacerse notar en la pintura, Cabezas de repente apareció con un triple y posterior doble a la carrera. Saiz también aportó lo suyo y el dueño de casa pudo nutrirse bien de la banca para revertir la tendencia. Un buen reingreso de Vidal ayudó para que el parcial de 26-15 lo deje al frente a Regatas yendo al entretiempo: 36-30.
El tercer segmento se lo "robó" García Zamora. Porque cuando el Remero tomó distancia de ocho (44-36) con triples consecutivos de Vidal, apareció el cubano para resolver todo en el ataque de la visita. Con 16 de sus 21 puntos hasta allí, pudo devolverle la ventaja al visitante: 56-53.
Le pesó al dueño de casa desde lo psicológico y los dirigidos por Sebastian González, sin presiones en cuanto al resultado, tuvieron algo más de lucidez. Faggiano fue importante corriendo, Treise mostró oportunismo con el aro y Regatas siempre remó desde atrás, a pesar del empuje de Quinteros y Martina. Con ventaja de un doble apenas, tardó en cortar con falta el local y García Zamora le puso el moño a la victoria.
Fuente: Diario Época.
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